Informe de la campaña de Bopolu City.  Enero de 2022 – Cirujanos en Acción & Hernia International

La primera misión conjunta de las Fundaciones Cirujanos en Acción y Hernia International tras la pandemia Covid-19 ha sido realizada en Bopolu City, una pequeña ciudad interior de Liberia, de 3200 habitantes, localizada en el condado de Gbarpolu, donde viven unas 90.000 personas aproximadamente. Es la primera campaña que se realiza en este destino, y el motivo es que allí es donde trabaja ahora el Dr. Peter George.

Peter George es el médico colaborador de nuestras dos fundaciones desde hace años y ahora es el máximo responsable y director médico de Jallahlone Hospital, el centro sanitario de referencia para todo el condado. Para mí (Dr. Ramirez) es la tercera campaña que realizo en Liberia y que coordino con él, y siempre ha mostrado una gran capacidad de organizar y liderazgo en su país.

La preparación de la campaña ha sido muy complicada puesto que fue suspendida en dos ocasiones como consecuencia de la expansión de la pandemia Covid y las restricciones de la entrada a Liberia, incluso para personas provenientes de países con alto porcentaje de vacunación y posibilidad de realizar habitualmente pruebas diagnósticas de infección activa como test PCR o test antigénicos. Hasta en dos ocasiones previas durante los años 2020 y 2021, la campaña fue aplazada cuando estaba todo organizado y los billetes de avión comprados, motivo por el que ha supuesto por parte de los miembros del equipo un gran esfuerzo económico, moral y de resiliencia.

Los miembros del equipo han sido tres cirujanos (César Ramírez, Pablo Muriel y Sarai Ayllón), dos anestesistas (Sandra Casares y Beatriz Fort) y tres enfermeros (Francisco Gómez, Rebeca Sanabria y Julia Cáceres), y a todos se nos ha tramitado por parte del Dr. Peter George la autorización por parte del Medical and Dental Council de Liberia para poder ejercer toda vez que nuestra documentación profesional fue enviada por vía electrónica. La expedición inicial incluía una cuarta cirujana, Marta Roldón de Málaga, que no pudo viajar por dar positivo el test de PCR el día antes de la salida.

EL VIAJE:

La salida de todos los miembros del equipo fue el jueves 20 de Enero por la tarde y nos reunimos por la noche en Madrid; Pablo y Beatriz salieron de Barcelona, Sandra estaba en Madrid y los demás miembros del equipo desde Málaga. El viaje se hizo con la compañía Air France (Air Marocq ha dejado de operar los vuelos a Liberia en la pandemia) y se inició en la madrugada del viernes 21 con el vuelo Madrid – París a las 6 a.m. y desde París salimos el viernes 21 a las 12.25 p.m. para llegar a Monrovia al aeropuerto Roberts International a las 8.25 p.m. en vuelo directo. Como información de los protocolos de seguridad que hemos seguido para poder llegar a Liberia, todos los miembros del equipo hemos viajado con certificado de haber recibido tres dosis de la vacuna de ARN mensajero y con un certificado de test de PCR negativo realizado al menos 48 horas antes de la salida del vuelo a Paris. Era obligado realizar un desembolso de 150 dólares por parte de cada miembro del equipo para realizar test diagnóstico de infección activa a la llegada a Monrovia y para salir del país, y dichas pruebas fueron realizadas por personal sanitario del aeropuerto a nuestra llegada y por el responsable de laboratorio de Jallahlone Hospital de Bopolu tres días antes de nuestra salida de Liberia, siendo en ambos casos test de antígenos rápidos las pruebas realizadas.

Una vez pasado el control sanitario Covid del aeropuerto, el Dr. Peter George nos estaba esperando en la rueda de recogida de equipajes (como siempre hace) para facilitar nuestra logística de transporte de los 23 bultos (más de 500 Kg) de material que hemos llevado, por el cuál además hubimos de pagar 1200 Euros de exceso de equipaje en el aeropuerto de Madrid. Dado que eran más de las 10 de la noche el día 21 a nuestra llegada, esa noche hemos dormido en The Blue Lagoon en Monrovia, un hotel aceptable con piscina disponible y que es un sitio de concurrencia habitual de la clase media liberiana. En la mañana del día 22 hemos salido de Monrovia a Bopolu, un camino de casi 5 horas para completar algo más de 90 km por una carretera que es terriblemente mala, llena de baches, piedras y que se hace insufrible por momentos. Hemos llegado a Bopolu City a las 3 de la tarde y hemos sido recibidos con una gran fiesta por la asociación de mujeres de la ciudad, existe un sentimiento de protección del papel de la mujer importante y que busca una situación de igualdad que ahora mismo no existe todavía en Liberia, un país donde la estructura es aún muy patriarcal. Tras una calurosa presentación en el Hospital por las autoridades sanitarias y administrativas, hemos deshecho todo el material y ubicado en las instalaciones hospitalarias y posteriormente hemos ido nuestro espacio de residencia a tomar posesión de las habitaciones y llevar las maletas.

EL HOSPITAL:

Jallahlone Hospital es un centro médico-quirúrgico con la estructura típica de los pequeños hospitales de Liberia localizados fuera de la capital, y al estilo del que conocíamos en Ganta City (E&J Medical Center). Tiene un quirófano equipado con una respirador en el que se pueden realizar intervenciones con anestesia general; la actividad habitual de este quirófano fuera de las campañas son las cesáreas pero también se realizan (no se con que periodicidad) herniorrafias, de ahí el gran número de hernias inguinales reproducidas que se han operado en esta campaña, fácilmente identificables por el tipo de incisión y porque no tenían malla puesta. Existe una sala de hospitalización para varones, otra para mujeres, otra para niños y una cuarta que es un área de maternidad. El segundo espacio físico que hemos habilitado como quirófano ha sido una sala de atención médica habitual en la que hemos ubicado dos camillas de traslado de pacientes algo inestables pero que han servido para poder operar hernias y cirugía mayor ambulatoria. En los quirófanos sólo hay un bisturí eléctrico que funciona de forma irregular; nosotros hemos llevado dos desde España y hemos regalado uno para que se quede allí en el Hospital. En el quirófano principal no hay aire acondicionado pero si una luz de techo que funciona aceptablemente a partir de las 10 de la mañana y que con frecuencia salta y se interrumpe; en la otra sala si que existe aire acondicionado, que lo hace más soportable, pero hay luz y es indispensable el uso de frontales de luz por parte de cirujano y ayudante. No existe red wifi ni en el Hospital ni en toda la región y para poder conectarnos debimos comprar un router en el aeropuerto que ha sido preciso ir cargando de forma progresiva durante nuestra estancia.

EL ALOJAMIENTO:

El sitio de alojamiento estaba a unos 300 metros del Hospital y es un edificio que no se usa habitualmente (allí no hay visitantes ni turistas) y que tiene unas 25-30 habitaciones equipadas con una cama (con mosquitera pero con una base de tablas que hace de somier y se rompe habitualmente), una mesita de noche, un ventilador y un baño que no tiene luz ni agua corriente (existe un cubo grande de unos 100 litros del que con un cazo se va sacando agua para ducharse y limpiar el WC de las necesidades diarias). El hedor es insoportable en el baño puesto que los desagües pasan por debajo del plato de ducha. La comida como siempre en Liberia es bastante aceptable, y Peter se preocupa de que tengamos siempre fruta fresca (piña y papaya muy sabrosa), verduras (sobre todo tomate y pepino) y una alimentación basada en el arroz y el pollo frito cada día. Hemos complementado cada día con embutidos de todo tipo, queso, piquitos y aceite de oliva que nos ha dado mucho consuelo. Cada noche teníamos cerveza fría y bebidas carbonatadas de todo tipo en nuestro alojamiento, donde se nos traía la cena. De igual modo, teníamos una nevera en el Hospital en el despacho del Dr. George que estaba siempre lleno de agua y bebidas no alcohólicas para compensar las pérdidas del sudor y el esfuerzo.

EL TRABAJO DIARIO:

Cada día nos recogían dos furgonetas a las 7 a.m. y nos llevaban a una pequeña estancia a 50 mt del Hospital dónde se nos servía el desayuno y a las 8 a.m. estábamos cada día en el Hospital. La jornada de trabajo ha sido bastante organizada y cada día teníamos allí de 20-30 pacientes citados que íbamos viendo poco a poco y filtrando para indicar las cirugías del día siguiente, aprovechando el tiempo entre una cirugía que se acaba y otra que empieza. Las jornadas de trabajo eran interrumpidas por un descanso para comer de 30-45 min que hacíamos en el despacho del Dr. George y luego se prolongaban hasta las 10.30-11 p.m. horas aproximadamente. Cada día a primera hora de la mañana visitábamos los pacientes ingresados para evaluar si había complicaciones postoperatorias y dar las altas.

Han sido un total de 7 días y medio de trabajo, incluyendo desde el domingo 23 de enero a las 8 a.m. hasta el domingo 30 de enero a las 15 horas.

PACIENTES

Se han operado un total de 152 pacientes a los que se han realizado 185 procedimientos quirúrgicos, que se pueden agrupar en: 109 hernioplastias inguinales (15% bilaterales y otro 15% reproducidas); 20 hernioplastias umbilicales / epigástricas; tres eventraciones de gran tamaño, dos de ellas asociando abdominoplastia; nueve bocios gigantes en los que se han realizado cinco tiroidectomías totales y cuatro subtotales; tres esplenectomías por esplenomegalias gigantes; diez hidroceles; cinco criptorquidias; una orquidectomía por neoplasia testicular; una histerectomía radical y doble anexectomía por neoplasia ovárica gigante; una nefrectomía radical derecha por una tumoración de 25 cm dependiente del riñón derecho; dos quistes de cordón; 21 cirugías menores con anestesia local (lipomas, quistes sebáceos, granulomas y queloides); y, una cirugía higiénica de extirpación de un melanoma acral muy evolucionado.

La única complicación mayor registrada ha sido la necesidad de realizar una traqueostomía temporal a una paciente con disnea postoperatoria por paresia de ambas cuerdas vocales (los nervios recurrentes habían sido preservados ambos y existe registro de imagen). En el resto de las cirugías no hemos tenido complicaciones mayores ni menores registradas. Los dos cirujanos de Jallahlone Hospital (Dr. Dahrly y Dr. Dwanna) han participado de forma activa en la gran mayoría de los procesos quirúrgicos como ayudantes y hemos intentado explicar todo el conocimiento técnico que ha sido posible. La colaboración por parte del personal de enfermería, auxiliares y técnicos de anestesia del Hospital ha sido formidable y nos han hecho sentir muy cómodos.

Durante nuestra estancia hemos recibido el saludo del “major” del condado de Gbarpolu y hemos tenido audiencia con el senador de Bopolu, que nos han agradecido nuestra presencia al ser el primer equipo internacional que reciben y que me han hecho ver que Peter George es una persona muy bien posicionada ante las autoridades y un referente de salud en la región. Quiero reseñar que con el patrocinio de los Emiratos Árabes Unidos se está construyendo un gran Hospital en Bopolu, que está muy adelantado y todo tipo de servicios, más comodidad, más espacio y más quirófanos. Los responsables de la obra, que son libaneses, han sido muy amables con nosotros y nos han invitado a comer un día en sus instalaciones.

CONCLUSIONES:

En definitiva, Jallahlone Hospital es un sitio perfectamente preparado para realizar campañas quirúrgicas y Peter George es una persona influyente, con gran ascendencia entre su gente y una gran capacidad organizativa. Es de esperar que se puedan celebras muchas más misiones en el futuro en Bopolu, máxime cuando el Hospital nuevo esté terminado. De forma global, ha sido una misión muy dura desde el punto de vista físico y de las condiciones de trabajo, pero todos los miembros del equipo hemos quedado muy satisfechos y conformes con el trabajo realizado y sus resultados. El coste medio por voluntario ha sido de casi 2000 Euros por persona, incluyendo vuelos, transporte en coche en Liberia, alimentación y alojamiento.