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01 December, 2017

Después de un año de incertidumbres y cancelación de la misión, para el mes de Octubre,  con Hernia International a Sodo (Ethiopia), finalmente Cirujanos en Acción conjuntamente con Hernia International organiza la primera misión a Kamuturu (Uganda).

Las referencias del hospital donde tenemos prevista la cooperación dan a entender que se trata de un centro rural, en construcción, con un proyecto de expansión, del que su director adjunta información, localizado al noreste del país y según información facilitada por Sister Clare Nantandwe , Administrator del Centro, se encuentra a unas 4 horas por carretera del aeropuerto de Entebbe.

Los siete miembros del grupo, 4 cirujanos, dos anestesistas y una enfermera, planificamos, no con mucho tiempo, el viaje a Uganda. Finalmente por distintos motivos, optamos por viajar con la compañía Emirates, vía Dubai hasta el aeropuerto de Entebbe, situado a unos 40 km de Kampala, capital de Uganda. Valga decir que la compañía Emirates nos comunicó que el total de peso aceptado sin sobrecargo sería de 30 kg por pasaje, con lo que adaptamos nuestro equipaje a un total de 210 kg. intentando no sobrepasarnos en kilos de más.

El día 1 de Diciembre, el grupo partía desde España, con una breve escala en Dubai, hasta Entebbe, el aeropuerto internacional de Uganda. Un viaje de más de 11 horas de vuelo.

Los trámites de aduana no fueron más complicados que en otros países africanos y el hecho de tener la Visa desde unas semanas antes, solicitada por Internet, facilitó nuestra salida del aeropuerto, sin ninguna complicación, con todo nuestro equipaje facturado.

En el aeropuerto nos esperaba Moses Aisia, Chief Executive Officer del Holy Innocents Health Centre, acompañado de su hijo, un asistente del hospital y el chófer, para llevarnos a nuestro destino. Nuestra sorpresa, después del largo viaje hasta Uganda, comienza con la lentitud en nuestro desplazamiento, entre otros motivos, por tener que cruzar la capital del país, Kampala, un sábado por la tarde y de oeste a este, sin ninguna circunvalación que permita evitar los monumentales atascos de la ciudad. Salir de la capital nos supuso más de dos horas de tráfico intenso, para transcurrir posteriormente por la carretera que une Kampala con Mbale, a más de 300 km. Puesto que en Uganda anochece a las 06:30 pm ni que decir cabe que nuestro viaje transcurrió la mayor parte de noche, por una carretera en muy mal estado, con muchísimo tráfico y atravesando poblaciones en las que a pesar de la necesidad de aminorar la velocidad, los conductores ugandeses evitan hacerlo, con la consiguiente impresión que a unos europeos como nosotros esta conducción llega a producir.

Tras más de 8 horas de viaje y con la última parte del trayecto (unos 40 km) por un camino rural, nuestro conductor decide a unos 2 km de nuestro destino finalizar su recorrido, por el mal estado de la calzada, lo que supuso tener que realizar la última parte del viaje andando con nuestro equipaje y por supuesto con los frontales encendidos. Todo el equipo se tomó la incidencia como parte de nuestra aventura y finalmente sobre la 01:00 am del domingo día 3 de Diciembre llegábamos a nuestro destino. Moses y sus ayudantes realizaron el transporte de todo el material en  varios viajes, con una motocicleta sin ningún problema.

Tras acomodarnos en lo que sería nuestras habitaciones durante los días de la misión, unas confortables cabañas africanas, con camas, sábanas y mosquiteras, degustamos la cena que las “sisters” del centro nos habían preparado.

El domingo día 3 de Diciembre amanecimos a las 06:00 am y tras la ducha africana y el desayuno, comenzamos a organizar el quirófano donde íbamos a trabajar, comenzando por desembalar los más de 200kg de equipaje identificado con el logo de “Cirujanos en Acción”.  Al mismo tiempo dos miembros del equipo exploraban a los pacientes candidatos a ser intervenidos por nuestro equipo. Dado que el centro todavía no dispone de suficiente infraestructura, sobre todo desde el punto de vista anestésico, descartamos intervenir a pacientes de corta edad, por lo que todos nuestros pacientes serían adultos.

El quirófano, provisional, del Holy Innocents Health center, se encuentra en uno de los pabellones construidos, en el que una habitación fue habilitada para quirófano. Dos mesas-camilla en un espacio pensado para otras funciones, sería nuestro quirófano, donde rápidamente iniciamos nuestro trabajo. Los dos primeros pacientes, bajo anestesia local, fueron intervenidos de dos lipomas subcutáneos, para, a continuación, previa anestesia regional, intervenir pacientes diagnosticados de hernias inguinales. El primer día finalizó nuestro trabajo pasadas las siete de la tarde, después de intervenir a un total de 14 pacientes, el de más complejidad, de una eventración infraumbilical que precisó de una reparación de Stoppa.

El total de pacientes intervenidos fue de 46 en los escasos cinco días de trabajo, en los que además un miembro del equipo tuvo que volver a casa por un problema familiar grave. También por logística, decidimos regresar hasta el aeropuerto, vistas las dificultades del viaje, el jueves por la tarde para asegurar nuestra llegada con tiempo suficiente para el vuelo de regreso a Europa.

El Holy Innocents Health, hospital general de 57 camas, con un porcentaje de ocupación de camas del 80%,  localizado en una zona muy remota del Este de Uganda, con asentamientos rurales y de difícil acceso, nació hace aproximadamente un año, con la finalidad de dar asistencia a una población pobre de recursos y alejada de centros urbanos. Su director y fundador, Moses Aisia junto con su esposa Sister Clare Nantandwe , Administrator del Centro, son los que llevan el centro hospitalario. Dos médicos de familia son los que controlan los pacientes fundamentalmente ingresados por enfermedades infecciosas, junto con la maternidad y asistencia al parto, ya que el objetivo principal de sus fundadores es reducir la tasa de mortalidad infantil, combatir el VIH/SIDA y la malaria. Así mismo, forman parte del staff, cuatro enfermeras, tres comadronas, dos técnicos de laboratorio, así como empleados de mantenimiento, limpieza y seguridad.

Tal como dice Moses Aisia, con la mejora de la atención básica sanitaria a través de la educación, la formación y la divulgación, los cambios serán permanentes y más profundos con un gran impacto en futuras generaciones. Principalmente la población atendida proviene de Bukedea ( 53,2%) , Sironko y parte de los distritos de Balubuli.  Los niños de menos de 5 años representan el 30% de los pacientes atendidos, y aproximadamente el 64,7 % son mujeres. Según informa Moses el 89% de las madres de la comunidad tienen el parto en su centro. Es importante mencionar que Bukedea fue el epicentro de la guerra civil ugandesa del 1980 al 1993.

La misión que conjuntamente Cirujanos en Acción y Hernia International llevamos a cabo, tenía entre otras finalidades iniciar la asistencia quirúrgica con la puesta en marcha del quirófano y el control postoperatorio de nuestros pacientes por parte del staff del centro, con el objetivo de poner en marcha nuevas misiones de cooperación en Kamuturu.

Tal como pudimos observar, nuevos pabellones están en construcción, con la finalidad de albergar el nuevo quirófano, que con las recomendaciones de nuestro equipo y las aportaciones económicas que esperan recibir, podrá tener mejor infraestructura y dotaciones para la realización de cirugía si cabe más compleja y en mejores condiciones. La falta de luz cenital, tomas de electricidad para conexiones y carro de anestesia con saturador de oxígeno, impiden de momento cierto tipo de intervenciones y atender a determinados pacientes. No obstante, nuestro equipo llevó a cabo y con buenos resultados todas las intervenciones que, previa selección de los pacientes, fueron programadas.

En posteriores conversaciones con Moses hemos visto como propuestas de nuestro grupo han sido atendidas. En primer lugar planteamos la posibilidad de desplazarnos desde el aeropuerto de Entebbe hasta un aeropuerto cercano al centro hospitalario, con la finalidad de reducir las horas de transporte por carretera, que según Moses sería posible con vuelos locales, con importantes descuentos al tratarse de una misión humanitaria de cooperación. La instalación de agua corriente en la zona quirúrgica es otra de las mejoras previstas por la dirección del centro en los pabellones de nueva construcción.

En conclusión, la experiencia de nuestra misión en Kamuturu, Uganda ha sido muy positiva. El centro y las necesidades de su amplia población de influencia (más de 101.000 personas) pueden beneficiarse de futuras misiones por parte de grupos quirúrgicos o en su caso por voluntarios que quieran convivir unos meses en el centro hospitalario y tal como dice su director, Moses Aisia a través del proceso de planificación estratégica pueden dar asistencia a todos aquellos que la necesiten a domicilio en la comunidad o en el centro hospitalario.

Dr. Francesc Marsal

 

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